WalkingCulture2013, el viaje de los viajes, se extiende en una travesía de 1.900 kilómetros para descubrir seis países al pausado ritmo de una caminata que se proyecta al mundo en el entorno infinito de las redes sociales. Los españoles Hugo Fernández, Rafa Pérez y Bea Pereiro iniciaron el pasado domingo la ruta transfronteriza entre las dos capitales europeas de la cultura, Marsella y la eslovaca Kosice, para promover el encuentro de las culturas y la vida sostenible.
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, escribía el genial poeta Antonio Machado en la primera mitad del pasado siglo. El trío actualiza esta cita universal en plena era de Internet con una experiencia vital que combina la tradición del camino ancestral y el viaje vertiginoso por el 2.0. El equipo revelará las sensaciones del viajero a través del relato multimedia por medio de dos cámaras de vídeo, un netbook y un dispositivo de grabación de audio.
Hugo y Bea se dirigen sin un rumbo fijo con el objetivo de descubrir los modos de vida de la población autóctona del camino en un recorrido mediterráneo por Francia e Italia que desemboca en la Europa del Este a través de Eslovenia, Hungría y Eslovaquia. Desde la distancia, Rafa asiste a los viajeros en la planificación del recorrido y en la difusión.

El proyecto se apoya en las redes sociales para afrontar una experiencia inédita con un viaje participativo a través de sus perfiles en Facebook (www.facebook.com/walkingculture2013) y Twitter (@walkingculture) y su blog temático, walkingculture2013.wordpress.com. El equipo se alimenta de las inquietudes viajeras y culturales de sus miembros, dos realizadores audiovisuales y una médico, que viven entre Madrid y Bilbao. Los viajeros quieren mostrar la emoción del viaje fuera de la mirada de la cámara, refugiados en el anonimato.
El intercambio cultural es otra de las banderas de WalkingCulture2013 con el objetivo de profundizar en las relaciones humanas con la población del camino. Su hoja de ruta se aparta de las carreteras masificadas para descubrir trayectos recónditos alejados del bullicio de las grandes vías de comunicación. El proyecto recurre a la tecnología para trazar el itinerario a través de la señalización por GPS. Igualmente, su conciencia medioambiental se plasma en la medición de la huella ecológica, la contaminación evitada por la renuncia de los transportes.
¡Buen viaje!