Si hablamos de Coca-Cola, ¿qué os viene a la cabeza? Es muy probable que penséis en que es el refresco más conocido y por excelencia en todo el mundo. Prácticamente ningún otro puede hacerle sombra.
Sin embargo, a lo largo de los últimos años se han lanzado voces críticas que llaman a dejar de consumirlo en exceso ya que sus azúcares lo hacen un producto poco recomendable. Quizá sea por eso que en la compañía se han dado cuenta de que necesitaban un cambio, un compromiso para acallar a esas voces y “limpiar” la imagen de su producto estrella.
Así nace Movimiento es Felicidad, un nuevo proyecto de Coca-Cola que gira en torno a cuatro compromisos:
1. Concienciar sobre el grave problema del sedentarismo y ayudar a prevenir el sobrepeso
2. Promover la práctica de actividad física diaria junto con el deporte
3. Ofrecer una versión baja o sin calorías de sus bebidas
4. Impulsar buenas prácticas de comunicación a adultos y continuar sin realizar marketing a niños
Este último punto no está claro que lo estén cumpliendo, ya que la acción de la que os voy a hablar, y que se engloba dentro de este movimiento, se centra en unos niños de un barrio de Perú.
En un país en el que el 61% de la población no realiza actividad física, destacan unos niños que acuden a jugar al fútbol en un campo de terribles condiciones. Por ello, Coca-Cola ha decidido premiarlos y ayudarles a que puedan seguir practicando su deporte favorito creando para ellos su propio Maracaná.
En este enlace podréis ver el vídeo creado para la acción y judgarla por vosotros mismos. Realmente es una gran acción de marketing, pero que choca con uno de sus principales compromisos.