¿Sois capaces de imaginar un ordenador portátil que pese 4 kilos? Seguro que muchos de vosotros ni siquiera lo consideraríais portátil. ¡Eso era lo que pesaba el primer portátil de la historia! El Toshiba T1100.
Salió al mercado en 1985, por lo que este año se cumplen nada más y nada menos que 30 desde su lanzamiento. A día de hoy nos cuesta imaginarnos que se calificara como portátil a un aparato que pesaba más de 4 kilos y medía 30,98 centímetros de ancho, 6,6 de grosor y 30,48 de largo. Eso sí, la autonomía de su batería de ácido de plomo era de 8 horas.
Toshiba está celebrando esta semana el 30 aniversario del T1100, que marcó un hito en la historia del mercado informático mundial. Según la propia compañía, “la configuración del Toshiba T1100 de 1985 fue todo un prodigio de ingeniería y un triunfo de la tecnología de miniaturización”. Teniendo en cuenta que los ordenadores de sobremesa de aquella época eran enormes y ocupaban casi toda la superficie sobre la que se asentaban, no nos sorprende que hablen de “miniaturización”.
Si bien anteriormente hubo algunos intentos de crear y lanzar ordenadores portátiles, el de Toshiba fue el más ambicioso y diferencial: batería recargable, pantalla LCD y compatibilidad con IBM.
El Toshiba T1100 tenía una resolución de 640×200 px, incluía un procesador Intel 80C88 de 8MHz, sistema operativo MS-DOS, unidad de disco flexible de 3,5 pulgadas de 720 kilobytes de almacenamiento y una memoria interna de 512 kilobytes para cargar el sistema operativo. A día de hoy valdría unos 4.000 euros.