Ferrero Rocher responde a nuestra incertidumbre y recupera su identidad de distinción

¿Os acordáis del cambio de estrategia al que apuntábamos con respecto al anuncio de Ferrero Rocher y la canción Halo de Beyoncé? Algo había cambiado en la firma y no sabíamos muy bien el qué. Parecía que esa imagen de distinción estaba desapareciendo o de alguna manera, se quería mantener con una clásica Judith Mascó, para después hacer estos bombones más terrenales con una canción de a pie como la de Beyoncé. y qué decir sobre esa demostración de fabricación del producto que nos recordaba a Kinder Bueno.

Sea como sea, parece que esto ha sido visto como un error en la campaña o en la estrategia, porque parece que ha habido cierta rectificación realizando una modificación del spot con la top model catalana por lo que se ha visto de la firma en televisión este diciembre.

La firma bombonera ha decidido eliminar esta canción más terrenal para volver a una clásica melodía instrumental. El resto de elementos se mantienen, aunque el anuncio es más breve, de modo que vuelve un poco a la estrategia anterior: exclusividad, tradición y un imprescindible de la Navidad.

¿Cómo se recibe esto entre los consumidores? Poco hace falta para dañar una marca, pero una imagen tan exclusiva durante años no se puede romper del todo de un plumazo. Lo que hagan a partir de ahora definirá poco a poco una nueva imagen, pero sea como sea, desde mi punto de vista, la firma sigue sin conseguir un posicionamiento claro. Para los exclusivo, al estilo 1880, le falta camino y para lo terrenal, también. Se ha quedado en medio camino, entre una exclusividad rancia y unos bombones de supermercado. Suena la alarma, Ferrero Rocher, es momento de reaccionar.

Ferrero Rocher, Judith Mascó y Halo de Beyoncé ¿cambio de estrategia?

La nueva campaña de Ferrero Rocher ha llegado con un aire diferente. Sí, el bombón sigue siendo lo mismo, pero algo ha cambiado sin que el público sepa muy bien qué. Mientras unos se muestran contentos de que sus anuncios no den una imagen tan “cursi”, otros piensan que esta perdiendo un poco de exclusividad, ¿quién acierta? Posiblemente los dos.

Desde aquellos anuncios de Isabel Preysler pidiendo a Ambrosio, su mayordomo, ese dulce tan especial llamado Ferrero Rocher, apto solo en los momentos más exclusivos y personas con la misma distinción, hasta este nuevo anuncio, ha habido un gran cambio. No es que Judith Mascó no sea imagen de elegancia, pero al cambio de la protagonista, se debe asociar también un cambio de melodía. Nada queda de ese elegante piano que entonaba el single de la firma en cada spot, en su lugar existe una moderna canción de una cantante actual y mucho más “de calle”. En definitiva: ni Isabel Preysler, ni piano, ni chófer, ni aires aristocráticos. ¿Qué ha pasado?

Anteriormente a este spot, la firma mantenía su esencia con Paloma Cuevas como imagen. A pesar de haber cambiado la melodía a Now we are free de Enya, la exclusividad se seguía transmitiendo. Una fiesta elegante, en un lugar especial, con gente importante. Seguía siendo Ferrero Rocher. Sin embargo, en este caso se podría considerar una forma de modernizar la imagen de Ferrero Rocher, quizás un poco anticuada para la sociedad actual, que busca cosas más “reales” con las que identificarse.

Así, con la llegada del nuevo anuncio de 2011, algo se ha roto y seguramente se deba a un cambio de estrategia de la compañía. Posiblemente, en tiempos de crisis, vender una imagen de exclusividad por un dulce, no resulta rentable, y sea mejor considerarlo algo al alcance de la mayoría. Con ello, Judith Mascó sigue aportando algo de distinción, pero su vida es mucho más próxima a la del resto de mortales, con una canción, Halo, de Beyoncé, también mucho más terrenal. A su vez, el anuncio pasa a centrarse también en el propio producto y elaboración, al más puro estilo Kinder Bueno, que si bien hace el producto más terrenal, también le quita ese halo (esta vez la palabra encaja doblemente) de grandeza que se había creado en torno a él.

Con todo ello, Ferrero Rocher termina descolocando. ¿Sólo para ocasiones especiales o adecuado para cualquier momento? Mientras el consumidor lo piensa, Ferrero Rocher trata de beneficiarse de la duda: un producto exclusivo que ofrece un argumento de venta por esta misma razón, al alcance de todos.