Dos de cada tres internautas pagan por contenidos online

Internet se ha convertido en un fuerte canal de distribución de contenidos digitales, y en época de tormentas, llegan buenas noticias para quienes buscan rentabilizar sus contenidos en la red. Según un estudio de PewInternet, el 65% de los usuarios de internet han pagado por contenidos digitales en Estados Unidos, dentro de un amplio abanico de posibilidades: música, juegos, software, noticias, tonos para el móvil, fotos, libros electrónicos…

Compras de contenidos online

Dos de cada tres usuarios por tanto adquieren estos bienes intangibles. Lo que llama la atención es que este dato comienza a acercarse a ese 66% de los usuarios que han realizado alguna compra de artículos (objetos) en tiendas online.

Hombres y mujeres compran prácticamente por igual. La brecha sí se hace en cambio si miramos edades: en usuarios de 50 años o más este ratio disminuye considerablemente, mientras que los usuarios que más contenido digital compran tienen entre 30 y 49 añosEl perfil medio del comprado de música digital tiene 18-49 años, mientras que el comprador de software tiene 30-49 años. A mayor nivel educativo, más propensos serán los usuarios a adquirir contenidos digitales online.

La mayoría de los contenidos online consumidos son abonados mediante suscripción (23%), seguido de descarga de un archivo (16%), o accediendo a contenidos en streaming (apenas un 8%).

El gasto medio en contenidos digitales intangibles es de unos 10 dólares al mes, si bien caben subrayar algunos datos, como los que podemos ver en la gráfica a continuación. Refleja el gasto en contenidos online agrupado por número de usuarios:

Gasto mensual en contenidos digitales

Algo está cambiando en internet y en los internautas. Queda ver si los proveedores de contenidos se adaptan a este nuevo contexto.

Se puede ver y descargar el informe completo desde aquí (PDF).

Vía PewInternet y eMarketer

Marketing links #1: libros de marketing, el éxito de Spotify, Facebook Groups, nuevo logo de Gap, y más

Algunos artículos interesantes que han llamado mi atención:

Amazon se burla del iPad

Amazon ha empezado su batalla particular contra el iPad, para hacer frente al creciente uso que se está haciendo del dispositivo de Apple como lector de libros electrónicos. Amazon defiende su Kindle con un explícito spot en televisión emitido esta mañana en el programa Good Morning America de la cadena ABC.

En el anuncio se muestra a un hombre y una mujer tomando el sol junto a una piscina, cada uno leyendo un libro en un dispositivo: un iPad y un Kindle respectivamente. El hombre trata de esquivar los reflejos en la pantalla para poder seguir leyendo, mientras la mujer le mira, sonríe y sigue leyendo en su Kindle sin problemas bajo luz directa.

http://www.youtube.com/watch?v=HGmRKSds9OY

Los anuncios-burla sobre un competidor fue una de las estrategias recientes más sonadas de Apple, que con su campaña Get a Mac (seguro que recordáis los famosos anuncios “I’m a MAc, I’m a PC”) reforzaba su imagen regodeándose en las carencias de su más directo competidor, Windows. Ahora la tortilla se ha dado la vuelta, y Amazon ataca con la misma medicina: campaña de humor, metiéndose con su competidor, con todos los componentes para convertirse en una campaña viral. El tiempo (y los usuarios) dirán si ha sido eficaz.

CAN: marketing hasta el último rincón

Recientemente he visitado algunos bancos de los que (aún) no soy cliente. En el sector tan competitivo como es el de las finanzas, y el de los servicios en general, donde todo comunica (logo, imagen, personal, folletos, instalaciones, colores, palabras, olores, ambiente…), parece que algunos no se han enterado de lo importante que es la imagen, y de que hay que cuidar el más mínimo detalle, desde la puerta de entrada a la oficina (o web) hasta tacto del folleto informativo.

De uno de los bancos, cuyo nombre (de momento) prefiero no desvelar, no me apeteció ni esperar a mi turno. Puerta desencajada, mostrador viejo y descascarillado, papeles amontonados en una esquina, y el asesor correspondiente hablando y riendo a gritos con un compañero sobre lo que le pasó ayer, mientras yo llevaba 10 minutos esperando a ser atendida. Lógicamente, me marché, sin ninguna intención de volver. En otras entidades la sensación fue neutra (ni bien ni mal, sino todo lo contrario).

Pero hubo una de ellas que me dejó totalmente perpleja, y que me hizo recordar por qué me apasiona el marketing. Se trata de la Caja Navarra (CAN), en plena expansión en la zona norte, y con modernas oficinas en los puntos estratégicos de cada localidad. Entré a la oficina central de mi ciudad, y salí con la sensación de haber encontrado una entidad financiera que no se ha estancado y piensa en el cliente.

Sin entrar en detalles sobre la estrategia llevada a cabo desde hace meses, como las campañas “Cuánto ganamos contigo” o “Tú eliges: tú decides“, creo que el objetivo de la CAN está cumplido: nada más cruzar la moderna puerta corredera automática, el cliente tiene la sensación de que está ante un modelo de banco diferente al habitual.

Mientras todavía yo observaba cada rincón de la moderna oficina, enseguida me atendió una joven, que, tras descubrir que yo (aún) no era cliente de la CAN, dedica sin dudarlo unos minutos a explicarme qué es la CAN, que tengo varias oficinas disponibles en mi ciudad, que sea o no cliente puedo pasar a leer revistas, tomar prestados libros o consultar internet a su oficina, o tomarme un café en el sofá, sin ningún compromiso. Enseguida me lleva a una pantalla táctil gigante donde me explica la filosofía de la CAN (transparencia en las comisiones, obra social, expansión, modernidad…).

Y una vez presentada la entidad, me pasa a la mesa, donde tratamos la consulta que fui a realizar. Incluso hilando temas, me presenta un par de servicios que, sin ser los que yo solicitaba, sí encajaban en el contexto.

Resultado: el cliente tiene la sensación de que se le escucha, y de que se le ofrecen los servicios que mejor se adaptan a sus necesidades, y de que hay cierto interés en su situación. Desgraciadamente, esta sensación no abunda…

En las grandes empresas, la mayoría de las veces el enorme esfuerzo en marketing (estratégico y económico), no llega hasta donde tiene que llegar: el contacto directo con el cliente. Como claro ejemplo, las marcas de coches, se dejan millonadas en reforzar el mensaje con grandes campañas, y cuando el cliente por fin se decide a acudir al concesionario, no es atendido como debiera ni se le transmite el mismo mensaje, por lo que millones de euros se tiran a la basura diariamente.

En este caso, tengo que aplaudir a la CAN, que, al menos en este caso, ha conseguido que el mensaje vaya pasando escalón a escalón hasta llegar al cliente (yo misma) a través del asesor en oficina. Excelente trabajo del departamento de Marketing. Espero que no sea sólo un espejismo que dure sólo durante la fase de expansión, y se mantenga la intensidad.