En mi segunda entrada, y como no podía ser menos, tenía que hablar del DAFO. Estoy seguro que la inmensa mayoría de vosotros habréis oído hablar de él. Aunque no vengáis del campo del marketing y aunque no os interese una pizca todo este mundillo estoy seguro que os suena esta “palabrita”.
Para mí, el DAFO es como el viejo truco de sacar el conejo de la chistera. Es el truco básico de todo buen mago que se precie. Sin él, no vas a ningún lado, y por muy típico que sea, nunca falla.
Es inviable pensar en un plan de marketing en el que no se haya hecho previamente un DAFO. De hecho, cuando empiezas a diseñar cualquier proyecto empresarial o de marketing, lo primero en lo que piensas y en lo que empiezas a trabajar es el DAFO. Nunca falla. Está en todos los borradores iniciales que se hacen, en todas las hojas en sucio, en todas las primeras páginas en blanco del Word… Lo que viene siendo la piedra central de todo proyecto.
Y tras esta breve, pero grandiosa presentación, os preguntaréis: ¿Qué es el DAFO? El DAFO es una especie de sumario del análisis interno y del análisis externo hecho previamente. En la lengua de Cervantes, sus siglas significarían lo siguiente:
- Debilidades
- Amenazas
- Fortalezas
- Oportunidades.
Dentro del análisis interno englobaríamos las debilidades y fortalezas de la empresa, y dentro del externo, las amenazas y las oportunidades. También se pueden ordenar, bajo el eje de acción, donde nos encontraríamos las fortalezas y las oportunidades; y el eje de riesgo, las debilidades y las amenazas.
Normalmente, se refleja en un cuadro. En la parte superior izquierda, colocaríamos todas las debilidades y en la derecha las amenazas; y en la parte inferior, las fortalezas a la izquierda y las debilidades a la derecha.
Gracias al DAFO, podemos observar de una manera rápida cuales son los aspectos más destacables en una empresa. Además, nos permite comenzar a pensar en qué deberemos hacer más énfasis a la hora de hacer el plan de Marketing.
Para más detalle, la palabra DAFO es una traducción del inglés. Originalmente, conocido como SWOT, acrónimo de Strengths, Weaknesses, Opportunities y Threats.
Personalmente, durante la carrera hice mi primer DAFO. Y desde entonces, no he parado. Digamos, que le tengo cierto cariño. Así que la próxima vez que tengáis que hacer un DAFO, hacedlo con entusiasmo, ya que todo el plan de Marketing puede, incluso, depender de él.
Saludos marketinianos